La prevalencia global de la infección por VPH en mujeres con citología normales de alrededor del 11-12%, con las cifras mayor es en África subsahariana (24%), Europa del Este (21%) y América Latina(16%). Las tasas máximas de prevalencia del VPH se observan en mujeres menores de 25 años y con una disminución en las edades más avanzadas en muchas poblaciones, aunque algunas tienen un repunte secundario en la premenopausia temprana o en las mujeres menopáusicas. En otras poblaciones, como en China, la prevalencia de VPH es relativamente independiente de la edad. La explicación del a diferencia en estos patrones de prevalencia y la importancia clínica no se comprende con certeza. Los 5 tipos de virus más frecuentes en todo el mundo son VPH16(3,2%), VPH18(1,4%), VPH52(0,9%),VPH31(0,8%) y VPH58(0,7%), aunque estas estimaciones representan la prevalencia puntual y no acumulativa al a exposición y pueden estar subestimadas 19. En un estudio reciente se demuestra que aproximadamente el 85% de las lesiones CIN3, más del 70% de las neoplasia intraepite-liales de grado 2 (CIN2) y la mitad de las lesiones intraepiteliales de grado1 (CIN1) están asociadas a infecciones por los tipos VPH6/11/16/18/31/33/45/52/58, de lo que se deduce que una vacuna no navalente protegería de la mayoría de las infecciones oncogénicas. La prevalencia aumenta en mujeres con patología cervical en proporción directa con el nivel de evolución de la lesión determinada por citología, alcanzando alrededor del 90% en mujeres con CIN3 y CCU. Las investigaciones retrospectivas han demostrado que en casi el 100% de todos los CCU se encuentra el VPH. El CCU es el cuarto cáncer más común en las mujeres y el séptimo en general, con una estimación de 528.000 nuevos casos en 2012 y de 609.000 para 2020. Al igual que con el cáncer de hígado, una gran mayoría (alrededor del 85%) de los casos se producen en las regiones menos desarrolladas, donde representa casi el 12% de todos los cánceres que afectan a la mujer. Las regiones de alto riesgo, con una tasa estandarizada por edad superiora30por100.000,incluyen el este de África(42,7), Melanesia(33,3), sur de África(31,5) y África central (30,6) . Los índices más bajos están en Australia / Nueva Zelanda (5,5) y Asia occidental(4,4).En Espãna, en 2012 hubo 2.511 nuevos casos, y las estimaciones para 2020 son de 2.710; en cuanto a la mortalidad, en 2010 se produjeron 848 muertes, estimándo se que en 2020 se producirán 94920. Recogida, transporte, conservación y manejo de las muestras Recogida de la muestra La muestra adecuada para la detección de VPH es el cepillado o la biopsia dependiendo de la localización, recogida habitualmente en medio líquido, en recipientes estériles de cierre hermético. Los cepillos utilizados serán estériles y de material inerte. Se evitarán materiales naturales como el algodón o el vástago de madera, pues podrían inhibir la PCR. También hay que recordar que deben rechazar se
las muestras con más de un 2% v/v de sangre, dado que la hemoglobina podría inhibir la PCR. El cepillado cervical se tomará con un cepillo específicamente diseñado para la recolección de células del canal cervical (cepillo endocervical o citobrush).Se introduce en las dos terceras partes del canal endocervical y se rota suavemente entre 90 y 180 grados o 5 veces en el sentido de las agujas del reloj. Si se visualizan lesiones en exocérvix, se tomará muestra de dicha región.
Las mujeres con resultados anormales en la citología o prueba de VPH deben ser evaluadas mediante los siguientes estudios:
Colposcopia Consiste en explorar el cuello del útero mediante una lente a bajo aumento llamado “colposcopio” que permite examinar el cuello del útero con mayor precisión. Tras aplicar una serie de líquidos, las lesiones premalignas del epitelio se hacen visibles por lo que podemos observar su tamaño y localización exacta. Esta prueba no suele producir molestias adicionales a las que pueda producir la toma de la citología.
Biopsia del cuello del útero El diagnóstico definitivo de la existencia de una lesión premaligna del cuello del útero requiere en general la realización de una biopsia. Si la colposcopia visualiza alguna alteración en el cuello de útero sugestiva de lesión, su ginecólogo realizará una pequeña biopsia del área anormal. Para ello, se utilizan unas pinzas especiales que obtienen un pequeño fragmento de tejido. Este procedimiento suele realizarse sin ningún tipo de anestesia y en la mayoría de casos la molestia es escasa y tolerable. El análisis de la biopsia permite obtener el diagnóstico definitivo. Este diagnóstico es esencial para definir en qué casos será necesario tratar o simplemente realizar controles periódicos según el grado y características de la lesión y la paciente.
: • Ensayo en base a reacción de polimerasa en cadena (PCR-based assay- Amplicor VPH; Roche Diagnostic, Basel, Switzerland), disponible actualmente en Europa. Identifica a 30 genotipos, incluyendo 13 de alto riesgo u oncogénicos.
• Reacción de polimerasa en cadena y ADN/ARN viral mediante la prueba de captura de híbridos 2 (Hybrid capture® 2-HC2; Digene, Gathesburg, MD, E.U.A.). Prueba rápida en lote (menos de 2 horas) para detectar por lo menos 13 genotipos oncogénicos. • El Programa para la Tecnología Apropiada para la Salud (PATH), en colaboración con Arbor Vita Corporation (E.U.A.), está desarrollando una segunda prueba, una tira de flujo lateral, para la detección de la proteína E6 en los tipos oncogénicos de VPH, en menos de 20 minutos.
• El Programa para la Tecnología Apropiada para la Salud (PATH), en colaboración con Arbor Vita Corporation (E.U.A.), está desarrollando una segunda prueba, una tira de flujo lateral, para la detección de la proteína E6 en los tipos oncogénicos de VPH, en menos de 20 minutos.
El diagnóstico de las verrugas comunes se basa en su presentación clínica, su localización anatómica y su histología. En la mayoría de los casos no es necesaria la identificación del genotipo viral, ya que todos corresponden a tipos de bajo riesgo o benignos (VPH 11 en papilomatosis laríngea; verrugas vulgares: VPH 2, 27 y 57; verrugas planas: 3 y 10; manos y pies: VPH 1). Ninguno de los exámenes disponibles para la detección de genotipos mucosos ha sido aprobada por la Food and Drug Administration, para su utilización en tipos cutáneos. En el caso de estudios de carcinomas cutáneos no melanoma (VPH 5/8), lo ideal es realizar una RPC anidada, con el fin de identificar la presencia de la mayor cantidad de tipos cutáneos.